jueves, 2 de noviembre de 2017

El poeta del fuego sagrado

You live your life as if it's real
A thousand kisses deep...


El poeta del fuego sagrado se fue lentamente, desvaneciéndose, susurrando palabras, recitando poemas y dejándonos You want it darker, un disco lúgubre y mágico como testamento vital. No hacía falta que nos maravilláramos de su gloria pero Leonard Cohen quiso morir cantando y contando, llevándonos de nuevo al séptimo cielo de los trovadores de lo milagroso. El poeta del fuego sagrado mantiene su compromiso con la vida a través de versos y canciones.


Cohen entendió como pocos que en el crisol de estilos estaba la salvación de la poesía y la música. Todos recordamos aquel benéfico encuentro con ese español mendigo en Montreal que le enseñó cuatro acordes y le contó historias del flamenco viejo y de Lorca. Ahí cambió la vida de Leonard Cohen. Ahí se magnificó su figura. Entramos en una nueva dimensión. Años más tarde, los flamencos conocieron al genio canadiense. Una noche, un amigo suyo puso un disco de Cohen a Pepe Habichuela y Enrique Morente y los maestros quisieron conocerlo. La sinergia estaba lista. Y de esa noche al homenaje continuo del cante jondo, a las traducciones y traslaciones del cancionero de Cohen al universo flamenco, a Omega, pocos pasos fueron dados.

Ese amigo de Cohen que abrió los ojos a los flamencos fue Alberto Manzano, biógrafo y traductor del poeta canadiense y una de las figuras que más y mejor le conoce. Se pasó por Chiclana para hablarnos, para recitarnos y para ofrecernos como regalo un espectáculo -Flamencohen- que aúna versos y música, canciones y flamenco bajo la inspirada égida de la cantaora Rocío Segura y la Banda del Corazón, agraciado grupo de acompañamiento (que contaba con uno de los violinistas que acompañó a Leonard en su última gira). Todo el conjunto se desvivió por ofrecernos un repaso de la confluencia entre la obra de Cohen y su impronta flamenca. Textos que pasaron por las manos de Duquende, Mayte Martín, Enrique Morente (en su inmortal disco Omega) y que sonaron frescos, vibrantes y emocionales en la voz de Rocío Segura y en la magnífica pulsión musical de la banda de acompañamiento. A thousand kisses deep, Hallelujah, Chelsea Hotel #2, Famous blue raincoat, The gypsy wife... Temas inmortales que traducidos por Manzano, llenaron de poesía y flamenco el Teatro Moderno de Chiclana.

Un precioso recuerdo a un artista inconmensurable, un acercamiento para neófitos, una gozada para los ya iniciados. Flamencohen nos recordó cuánto le debemos a Leonard Cohen, ese protector del fuego sagrado, ese poeta que nunca pudo agradecerle a aquel vagabundo todo lo que le pudo enseñar en cuatro tardes.

Fotos: @berenjenacompany

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