miércoles, 23 de agosto de 2017

Guananá temé (al servicio de Primital Bros.)

De igual forma que el poderoso Zod hacía con sus súbditos terráqueos una vez sojuzgado el hijo de Jor-El, los habitantes del planeta Chiclana se reunieron atemorizados en el Teatro Moderno para lanzarle besitos al anillo de poder que portaba el gran jefe de The Primitals. Loado sea Él, el todopoderoso que con una simple muestra de su mano, todos caíamos rendidos a su magnificencia.¡Guananá temé! (que traducido resulta algo así como, "lo que usted diga, jefe").

Magnificencia y poder. Entre estos dos conceptos bascula The Primitals, montaje co producido entre Yllana y The Primital Bros. que cautivó a su paso por Chiclana en sus Miércoles de Teatro. Una propuesta única, sencilla como propuesta (comedia musical a capella) y que no engaña al espectador. Es justamente lo que se le ofreció... aunque el espectáculo fue digno de dioses (kryptonianos).

Foto: @zuhmalheur

Magnificencia y poder porque se buceaba en la insondable idea del poder humano. ¿Qué ocurre cuando ansiamos querer más, ser más,... ser más que otros? Dos de estos aborígenes con portentosas facultades para el canto sufrieron en sus carnes la erótica del poder. Deseo, ira, venganza, castigo, rendición y vuelta a la realidad. Todo ese camino fue recorrido de la mano de un ramillete de temas (canciones populares, éxitos del pop y el rock, grandes bandas sonoras y excepcionales arias de ópera), en una hora y media de impresión bajo la fantástica doble dirección de The Primital Bros.: Santi Ibarretxe en la parte musical y Joe O'Curneen en la producción y dirección escénica.

Magnificencia y poder porque el público chiclanero asistió a una puesta en escena sobria pero que fue envuelta en ropajes de lujo con las voces de los actores. Intérpretes que sorprendieron por una infatigable entrega y por una esplendorosa propuesta surgida de sus prodigiosas gargantas. Es fabuloso comprobar cómo ciertas canciones o algunas arias apuntalan el discurso de la dramaturgia. Es fastuoso oír las voces de Íñigo García, Pedro Herrero, Manu Pilas y Adrián García. Versátiles, ágiles, potentes, plenas de sentido y embriagadoras, tanto como si se entona la inquietante Sweet dreams de Eurythmics, la épica Bohemian Raphsody de Queen o la perturbadora Nessum Dorma de Turandot. Momentos de emoción, de ebullición sentimental que sirvieron de temple a una puesta en escena cómica, dinámica y con muchísima personalidad. Un tenor agudo, un bajo barítono... Una locura y una envidia de voces. Un regalo para el público asistente que aplaudió con emoción los momentos más líricos de la representación.

El que esto suscribe no conocía de antemano el trabajo de The Primital Bros. Me fustigo por ello como el gran jefe hacía con su esclavo o como el imperturbable Zod hacia con los humanos inferiores. Pero no me extraña que Yllana haya tenido el buen ojo de acompañarlos en esta aventura magnífica... Y poderosa.

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