jueves, 18 de mayo de 2017

Las telarañas del movimiento LGTBI

El Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia se celebra el 17 de mayo. Esto es, ayer. Ese día de hace (solo) 27 años años, la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su catálogo de enfermedades mentales. Entre esta fecha y la segunda mitad de junio, cuando se celebre por todo el mundo el Día del Orgullo Gay, este colectivo estará de fiesta, de reivindicación, de actualidad... Será foco de atención, afortunadamente, tras años de represión (muchas veces autoimpuesta), de oscurantismo, de estigmatización.

Es necesario este tipo de manifestaciones a modo de recordatorio. El camino andado, prácticamente empezado, aún está lleno de baches que de vez en cuando nos hacen recordar la importancia de celebrar este 17 de mayo o de festejar en el Orgullo. Yo soy más de lo primero que de lo segundo, qué le voy a hacer. Cosas de ser un tipo más soso o de ir haciéndome mayor.

Pero es curioso cómo en este mundo donde te escuchan más si más seguidores tienes (aunque tu mensaje sea una mierda) y triunfan etiquetas que pregonan aquello de #lovewins o #loveislove caigamos en los tradicionalismos en los que incurre el colectivo gay, bisexual y transexual. Luchamos por igualdad en derechos y ciertamente, se consiguió un avance gracias a algunas iniciativas legislativas propiciadas por el gobierno de Zapatero. Curiosamente lo que tuvo más eco es que desde entonces, los mariquitas nos podíamos casar. Cada cual que haga con su vida lo que le plazca, pero sinceramente no creo que lo más progresista sea conseguir casarse, una institución anquilosada, retrógrada y que esclaviza a los contrayentes mediante una mera relación contractual. Es desear algo que ves que no funciona en la otra acera. Eso no va conmigo, no señor. El amor no es eso.

Hablemos del amor... #lovewins. Sí, queda bonito como eslogan de Benetton pero leía a un compañero poner en una red social que qué pasa con el sexo. ¿Es que tenemos que identificar lucha por igualdad de derechos exclusivamente con el amor? ¿No hay amor entre heterosexuales? ¿Es menos gay alguien como yo que cree que lo del amor es un engañifa y que pone más valor en el sexo como verdadera muestra de cariño hacia otra persona? Si es que hasta la bandera arco iris, símbolo del movimiento, me da la razón. Cada color refleja un sentimiento, un estado de ánimo: no está el amor, el sexo, sí.

En fin, ahí os dejo pensando. No me lapidéis por criticarnos un poco a nosotros mismos. Es sano. Nos sentiremos más libres del guetto en el que a veces, estos comportamientos nos hacen permanecer.

Un beso (con amor) a todos y follad con precaución todo lo que podáis.

Sexo, vida curación, luz del Sol, naturaleza, magia, serenidad, espíritu.

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