jueves, 19 de mayo de 2016

This is not the end of the story

A M le encargaron escribir un relato.

El relato trataba sobre un edificio.

Ese edificio no existía.

M no tenía ni puta idea de por dónde empezar el relato.

Nunca debería empezar un relato por un adverbio. Nunca.

Comenzó a escribir cosas sin sentido. Incoherencias.

Principio. Nudo. Desenlace. La propia vida en palabras sin relación.

No estaba satisfecho con lo que había escrito.

M se sentía infeliz y creía haber engañado a quien le confió el relato.

Su texto terminaba con un punto y final.

Pero ese no era el final de la historia.

A continuación tomó un revólver y se voló la tapa de los sesos.

Pensó que eso sí que era poner un magnífico colofón a su historia.

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