lunes, 25 de abril de 2016

Una jaula de grillos (I)

España es una jaula de grillos...

Como esta, pero sin tanta pluma...

Cinco meses sin gobierno tras unas elecciones que cristalizaron en un nuevo parlamento con más variedad, más color y más esperanza... Pero, la jaula de las locas pronto empezó a tomar cuerpo. Yo no quiero hablar contigo, yo quiero pactar con la izquierda pero mi partido (de izquierdas) no me deja. Yo quiero la unidad popular pero a IU lo voy a joder dejándole sin grupo parlamentario. Yo quiero ser centrado pero se me ve la pluma derechista. Yo firmo un convenio de paja contigo para hacer el paripé y que vean que somos serios pero en realidad estamos haciendo el panoli. Como esto se atranca, yo propongo que una "persona de prestigio" sea el presidente (oh wait!). Yo sigo con mi matraca happy flower porque me quiero muchísimo aunque el pragmatismo y la realidad la deje en las esquinas. Yo, como estoy en funciones, funciono poco... Niños. Niños que se pelean en el recreo. Tenía razón Manuela Carmena. Mucha razón.

España no se merece esto. No se merece a unos políticos avejentados en sus ideas. No se merece a un Partido Popular podrido por la crisis pero al que casi ocho millones de españoles siguen votando por no se sabe qué misterio divino. No se merece a un Rajoy, en plan autómata, esperando a ganar unas nuevas elecciones sin haber movido un dedo.

Tampoco se merece a un Partido Socialista en declive, falto de idas, de esperanza, de lucha, con un discurso vacuo, repetitivo y preocupante para el verdadero militante socialista. Pedro Sánchez, entre su falta de carisma y las puñaladas traperas de sus compañeros, se ha dejado embaucar por Ciudadanos en un acuerdo de gobernabilidad fútil y sin sentido...

Porque el sentido del PSOE es que se entienda con la izquierda. Podemos, las Mareas, Izquierda Unida. Pero tampoco ha sido posible por el inútil pacto entre Sánchez y Rivera y porque los podemitas han tensado la cuerda hasta más de lo debido pensando en unas elecciones en las que creen que darán el sorpasso. Así de soberbios se muestran los chicos de Pablo Iglesias, que empieza ya a dar síntomas de cansancio como proyecto político (luchas internas, decisiones bastante sorprendentes y pobres, falta de carácter político, indefinición en las ideologías, falta de programa realista...). Un partido al que le veo un final precipitado y a medio plazo.

Un Podemos al que sintiéndolo mucho, no debería unirse Izquierda Unida. Los 923.000 dignos votos que consiguió Garzón se multiplicarán en una nueva cita electoral, porque IU es así de impredecible. Puede estar en el fango, pero de pronto renacer. Y lo va a hacer a cuenta de un puñado de votos que ganará de PSOE y Podemos. Sufragios desencantados con unos políticos que tenían ocasión de ser estadistas, ante una ocasión de hacer verdadera historia, pero que no han querido... o no han sabido. Ante tipos así de lamentables, lo mejor es volver a las urnas y taparnos los ojos porque nada bueno nos espera en esta España tan triste, tan lamentable, que ante la imposibilidad de hablar, de llegar a un acuerdo, lo único que nos quedan son lloriqueos, pataletas y acusaciones cruzadas. Niños...


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