LONG TRAIN RUNNING

L
os trenes de largo recorrido no son sólo los que discurrían por esa canción de los Doobie Brothers, sino también los que se juegan los cuartos (literalmente), en los próximos meses.

Hace un mes aproximadamente, los presidentes de Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid y Aragón se hacían una fotillo para mostrar su apoyo a una infraestructura de considerables dimensones: Esa “cuestión clave” para estos jerarcas del PP es el Eje Ferroviario de Mercancías Sines (Portugal)-Badajoz-Puertollano-Madrid-Aragón-París, comúnmente conocido como “corredor central” o Eje 16 de la Red Transeuropea de Transporte. Un proyecto promovido durante los gobiernos del PP hasta el punto de que en 2003 fue declarado como prioritario por la Comisión Europea, algo que le abrió la puerta a optar a subvenciones para su desarrollo.

A veces tenemos la sensación que en cuestiones de infraestructuras hemos corrido demasiado en los últimos años. España, ese país que en los años 60, apenas tenía aeropuertos en condiciones para recibir a la avalancha de turistas que se presuponía y que contaba con una esmirriada red radial ferroviaria, supo aprovecharse de los fondos de cohesión europeos para tejer un entramado de vías rápidas, trenes, puertos y aeropuertos, que ha colocado a España en la vanguardia de las comunicaciones europeas, sobre todo en lo referente al Tren de Alta Velocidad.

El AVE, ese ‘pájaro’ codiciado por todos, pero que en Castilla-La Mancha ha tenido un vuelo corto, entre rutas eliminadas, trayectos recortados y billetes no suficientemente baratos. Las ansiadas lanzaderas sin aparecer, y el sueño de toda una comunidad parece que se ha convertido en una pequeña pesadilla.

El AVE también será protagonista en ese Eje 16 por el que se “pelean” algunos barones del PP, puesto que si Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid y Aragón defienden este tramo de conexión con Europa, Valencia y Murcia están en el otro bando, el que defiende el Corredor Mediterráneo, que en su día el Gobierno del Partido Popular dejó fuera de los planes de inversión europeos.

Ahora, en otoño, se decidirá quien se lleva los dineros. Para todos no hay, y alguno de estos corredores se quedará sin financiación. Se hablará entonces de desvertebración y de que el Gobierno central tiene la culpa de que una infraestructura como éstas no se lleguen a ser realidad.

A mí lo que me parece realmente curioso es el papel, ciertamente incómodo, que le ha tocado jugar a la secretaria general del Partido Popular... Está entre dos aguas... o entre dos vías de tren.

Foto: bizenfuster.wordpress.com