lunes, 8 de agosto de 2011

LA TRAICIÓN DEL SUEÑO DE EUROPA


S
chuman, Monnet, Spaak, Werner, Delors... Puede que a Angela Merkel, Durao Barroso o Nicolas Sarkozy les suene a chino, pero estos nombres fueron los que idearon, los que soñaron y los que pusieron las bases para construir un proyecto de Europa que está resquebrajándose peligrosamente en los últimos tiempos como consecuencia de un nefasto desarrollo del modelo comunitario que se planteó a principios de los 90 y que bebía de las fuentes fundacionales defendidas por los “padres de Europa”. Ese modelo, que era bueno, ha sido desvirtuado por unos dirigentes inanes que no han sabido digerir una crisis polimórfica que les ha cogido con el paso cambiado.

Los que mandan en la actual UE se llenan la boca de europeísmo convencido pero en realidad buscan su propio beneficio, y cuando hablamos de su “propio beneficio”, nos referimos al de cada país. El sueño europeo de los Delors o Monnet, incluso de los Soares o los González, se está diluyendo por culpa del influjo de una política económica y monetaria errónea por cuanto tiene de localista. Precisamente ahí está el fallo: no pensar en clave europea.

Con tres países rescatados, dos al borde de ello (uno, España), una economía improductiva, una competencia cada vez más feroz de los mercados emergentes, y un acoso sin igual de actores externos a los parámetros macroeconómicos de la Unión, carecemos de una efectiva y eficaz política común económica, algo que ya se planteó en su día, justo cuando estábamos a punto de entrar en el euro. Ahora nos encontramos con una moneda común, pero sin una política económica unificada y centralizada desde Bruselas. Así están las cosas. Es normal que en este escenario, Merkel y Sarkozy tiren para lo suyo e incluso se permitan opinar de lo que pasa en otros países, dejando a los órganos directores de la Unión Europea con dos palmos de narices.

Hace falta reconducir el barco de la Unión. Para ello son necesarios timoneles mucho más decisivos y valientes de los que gobiernan ahora la nave sin rumbo de ese sueño llamado Europa.

Foto: El Pueblo.

No hay comentarios: