UN MAL PRECEDENTE

F
laco favor se le hace a la ciudadanía que asiste atónito a la refriega post electoral y pre-toma de posesión. Primero fue el Partido Popular que abrió las hostilidades acusando a la Junta (aún en manos del PSOE), de entorpecer el traspaso de poderes. Luego, Vicente Tirado soltó en forma de bomba de racimo dialéctica, la acusación de que la economía regional estaba en quiebra y que no se podrían pagar los sueldos de los funcionarios. El fin del mundo... políticamente hablando. La contraofensiva viene de la mano del PSOE anunciando que se suspendía el traspaso de poderes (?), sustituyendo la reunión prevista entre ambos partidos de mañana lunes, por un encuentro de los aún consejeros para analizar no sabemos qué cuestiones sesudas.

Todo esto ocurre dos semanas después de la victoria de Cospedal en las autonómicas y días antes de la toma de posesión, tras palabras de unos y otros hablando de limpieza, transparencia, consenso, diálogo, y no sabemos cuántas buenas intenciones más. En saco roto. Ahí han caído.

La ciudadanía tiene que estar echándose las manos a la cabeza con el comportamiento de la clase política regional. Lo que todos quieren no es asistir a una pelea de patio de colegio, sino ideas, proyectos, actuaciones urgentes para sortear el peor momento económico que vive la comunidad autónoma. No entramos a valorar las graves declaraciones de Tirado puesto que para ello ya se basta y se sobra el PSOE, que asegura que de quiebra, nada de nada.

El PP tiene claro el camino. Si asegura que hay ruina total, tendrá que demostrarlo con documentos. Es fácil: entrar en los archivos, preguntar a los funcionarios y poner las cifras sobre la mesa, y junto a eso, un plan de saneamiento de las cuentas públicas, además de un proyecto para que ese despilfarro no vuelva a producirse. Eso si Tirado tiene razón. En caso contrario, los enemigos tienen derecho a devolver el “disparo” reclamando una satisfacción. Y es que ya se baten en duelo, mientras quienes sufren la guerra son otros.

Foto: lacronica.net