martes, 17 de mayo de 2011

CUATRO ENCUESTAS Y UN FUNERAL


L
es aseguro que vivir una campaña desde dentro es realmente agotador. Lo es para quien pone su cara en un cartel electoral y se presenta a unos comicios para querer ser representante de la ciudadanía. Lo es para quien sigue, informativamente hablando, las andanzas de los políticos en sus caravanas. De un acto para otro, sin solución de continuidad. Miles de palabras, cientos de páginas... aunque en muchos casos, pocos cambios vemos en sus discursos.

Esta campaña está siendo dura, feroz. Se busca hasta el último apoyo, el último sufragio. Hay miedo al fracaso, a que el mensaje no cale... y en estos comportamientos, el influjo de las encuestas tiene mucho que ver.

De tan manido, se convierte ya en pesado el escucharlo. “La verdadera encuesta es el 22 de mayo”. Siempre escuchamos eso. Los políticos dicen no creerse los múltiples sondeos que han aparecido en los medios de comunicación en las últimas semanas, pero en realidad, le hacen más caso del que en público son capaces de reconocer. No me aventuro a afirmar que incluso son capaces de cambiar estrategias electorales, pero que a una semana aparezcan en medios, presumiblemente progresistas, encuestas manifiestamente negativas para los socialistas, indica algo. En primer lugar, que el PSOE no las tiene todas consigo y que necesita “movilizar” al electorado, cosa harto complicada por el hastío de la gente y porque sólo se ha movido en determinadas circunstancias.

Otras encuestas de medios presumiblemente conservadores, indican una tendencia similar, circunstancia que podría ser asumida por el Partido Popular, provocando cierta relajación en el personal.

A nivel local, las espadas están en todo lo alto. Han aparecido varios sondeos y casi todos indican lo que ya sabíamos más de uno sin necesidad de hacer encuestas: que Bayod sube, que Oliver baja y que Delicado puede estar ahí ahí. Con este panorama, es normal que la pelea sea cruda y que cada voto sea considerado como un pequeño triunfo que conduce a uno mayor. El reparto de fuerzas va a quedar más o menos, igual que está ahora, aunque el poder lo pueda ostentar otro partido. Lo que está claro es que el día 22, el de la gran encuesta, se define un modelo de ciudad: o el que propone el PSOE, con lo cual se hablaría de cierta continuidad en las políticas desarrolladas hasta este momento, o el de el abrupto cambio que supondría darle el poder al PP, que en cierto modo, cambiaría las estructuras del ejercicio de mandato municipal. Las opciones están claras. Alguna de ellas, estará de funeral el domingo por la noche.

Foto: torreviejadigital.blogia.com

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