domingo, 24 de abril de 2011

ECONOMÍA EMERGIDA


S
iempre me he preguntado qué sería de este país si no se estilara el trapicheo, el estraperlo, el contrabando, el bajo cuerda, el dinero negro, el trabajo sin contrato y la resignación ante esta deleznable situación, que por muchos años nos ha hecho ser dueños de ser líderes en Europa en eso de la economía sumergida.

Ciertamente, falta voluntad por todas las partes de meter mano a un asunto peliagudo. ¿Sería mejor destapar todo lo que hay bajo las alfombras? Esa riqueza encubierta, ¿forjaría riqueza “legal”? O por el contrario, lo que es tan diáfano fuera de los márgenes de la ley, se vuelve oscuro cuando sea un “negocio honrado”. ¿A quién interesa más que no cambien las cosas? De momento, el primero que ha movido ficha es el Gobierno, pero se ha encontrado con un escollo en forma de falta de acuerdo con los agentes sociales, que obligará previsiblemente a posponer la aprobación del plan contra el empleo sumergido hasta el viernes 29 de abril.

Lo que son las cosas. Aquí hay frente común. Ni a sindicatos ni a patronal le hace “tilín” los planes del Ejecutivo de Zapatero para soterrar estas prácticas alegales. Las organizaciones sindicales y empresariales acaban de rechazar el primer borrador que el Gobierno les entregó.

La propuesta del Ejecutivo contemplaba, entre otras medidas, un periodo de afloramiento voluntario del empleo sumergido hasta el próximo 30 de junio. Esto es, que paulatinamente se fueran normalizando las actividades que no contribuían de una manera legal a contribuir riqueza. Una vez terminado este plazo, las sanciones se incrementarían para las empresas que persistieran en estas prácticas irregulares.
Pero para las centrales sindicales, este primer boceto del plan contiene ventajas para las empresas y perjuicios para los trabajadores. Imaginen ahora, cuál es la opinión de los empresarios. La patronal cree además, que las sanciones que se plantean son demasiado duras. Será que en negro, tampoco se gana mucho.

En principio, este plan gubernamental para acabar con la economía sumergida estará vigente entre junio de este año y diciembre de 2012 y contemplará un primer periodo para que las empresas puedan regularizar voluntariamente su situación. El Gobierno ha dejado claro que estas empresas no gozarán de una amnistía, pero sí tendrán la posibilidad de acogerse a aplazamientos que hagan más fácil el pago de la deuda contraída con la Seguridad Social, que como todos ustedes podrán suponer, será una píngüe cantidad. Más recaudación para las depauperadas arcas estatales. ¿Me están siguiendo? No. Vale. Les doy sólo una cifra. Según el colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), cada año 245.000 millones de euros escapan al control del fisco en España debido a actividades de economía sumergida. Ahora sí. Seguro que ahora me entienden. Pues eso.

Foto: blogs.grupojoly.com

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