LLAVES Y COMPARSAS

A
puntaladas las lideresas de los dos grandes partidos a nivel local, los dos que tienen verdaderas opciones de formar equipo de Gobierno en el próximo periodo corporativo, es preceptivo hacerse la pregunta de si será necesario el concurso de un tercer elemento para sustentar una mayoría estable que propicie cuatro años de tranquilidad para quien ostente el bastón de mando. Está claro que mayorías absolutas no va a haber. Muchos apuestan por un escenario similar al propiciado tres años y medio atrás. Otros apuestan por seguir la ola imperante en la actualidad y trasladar dinámicas nacionales a una coyuntura local, esto es, que visto que el PP tiene tan fácil (eso dicen las encuestas), tomar La Moncloa, la cosa se puede repetir a nivel local. Quizás por eso sonríe tanto Carmen Bayod.

Sea como sea, tanto a Bayod como a su tocaya Oliver, les toca atarse los machos y trabajar muy mucho para atraerse a ese cupo de indecisos que al final decantará la balanza de un lado o de otro. Mirarán también a las otras opciones que se apuntarán al desfile electoral, en especial a una descabezada Izquierda Unida, sumida en problemas internos (¿por qué la coalición siempre es proclive a que le asalten estos demonios sea a nivel federal, regional o local?), y que a seis meses escasos de la cita del 22 de mayo, se encuentra sin dirección local y lo que es más importante, sin persona que sea su alcaldable. Poco o nada se sabe de estas cuitas internas de IU, aunque ahora parece que ven la luz al final del túnel porque ya tienen coordinador local. Poco también se sabe del futuro político de Rosario Gualda. Muchos, eso sí, han sido los rumores. Pero también parece seguro que tanto PSOE como PP mirarán por el rabillo del ojo a esta formación, por si es de nuevo la llave de la gobernabilidad. Visto lo visto, parece lógico que puedan perder apoyos, pero también es cierto que en Albacete, el suelo electoral de IU es firme: sus votantes son fieles.

Si IU consigue el logro (no nos engañemos, lo será si consiguen repetir los resultados de 2007, tal y como está la cosa), y si se produce el empate técnico entre las dos fuerzas principales, el PSOE cortejará de nuevo a la coalición de izquierdas, intentando reeditar un pacto de Gobierno, que en resumen, ha conseguido funcionar a pesar de desacuerdos puntuales. Ahí está la principal preocupación de un PP que sabe que si no consigue distanciarse de mucho de los socialistas volverá a tenerlo crudo para catar de nuevo poder tal y como hizo del 95 al 99.

En otro plano se encuentra Unión, Progreso y Democracia. El partido de Rosa Díez, unipersonal como pocos, se presenta como la gran alternativa al clásico triunvirato e intentará relevar a IU como tercero en discordia. Este partido tiene problemas y muchos: son nuevos, no se conoce a su candidato, su ideología es difusa, y no se sabe si será sorpresa o comparsa. Vean si no lo que ha ocurrido con ellos en Cataluña, aunque bueno, tienen la suerte de que en Albacete no tendrán que competir con Carmen de Mairena...

Foto: M. Carmen Jiménez.