DE RECTAS Y ALTA VELOCIDAD

D
e Toledo a Albacete en menos de dos horas... y en AVE (pasando por Madrid, eso sí). Lo ha anunciado el presidente Barreda en la “Semana de la Alta Velocidad”. Hoy mismo conoceremos las tarifas de la nueva línea hacia Levante, que nos toca a nosotros de lleno. Como aperitivo, el presidente de la Junta anunció que las dos principales ciudades de la comunidad estarán conectadas por Alta Velocidad desde ya mismo, una sorpresa que no se estimaba en un primer momento y que resulta un paso de gigante para las comunicaciones regionales.

Es un salto cualitativo. El gran problema de una comunidad como Castilla-La Mancha siempre ha sido la desconexión de su tejido de comunicaciones ya sea por carretera o por vía férrea (no hablemos ya del tráfico aeroportuario, hasta hace unos años en “números rojos”). Con el AVE, Castilla-La Mancha se pone las pilas y adelanta a muchas regiones. Será la primera en tener sus cinco capitales conectadas al tren del futuro (que ya es presente), mientras que ahora, la capital y la ciudad más poblada, también tendrán conexión directa. La red se hace cada vez más tupida (y por ende, más perfecta). El centro conectado con la costa, mientras que la capital estatal queda también a tiro.

Nuevas posibilidades se abren por tanto, con estas nuevas líneas que traza el tren de Alta Velocidad en nuestro país. Las posibilidades de negocio crecen al enlazarse Toledo con Albacete (pasando por Madrid y Cuenca), y eso es un hecho fehaciente. Es una buena noticia contra los agoreros, contra aquellos que ven en el AVE una causa de atraso más que de progreso.

Luego está la línea recta. Sería más fácil y mucho más rápida una conexión en recta entre Toledo y Albacete, pero eso cuesta millones. Últimamente se habla mucho de aprovechar las sinergias del AVE y quizás en este caso la distancia más corta entre dos puntos, no sea la línea recta.