viernes, 13 de agosto de 2010

PASOS DE GIGANTE


O
jo al dato. Castilla-La Mancha crece (y mucho) como destino de turismo rural. En concreto, en un año particularmente malo para este sector productivo (aunque se ha notado un prometedor repunte en los últimos meses), la región se ha colocado en el segundo lugar en cuanto a número de visitantes en turismo rural mientras que es la tercera en cuota de mercado. Pasos de gigante. Trabajo bien hecho. A las pruebas nos remitimos. Hace escasamente una década, Castilla-La Mancha no podía ni soñar con estar en esta posición.

Pero los parabienes tienen que servir como acicate para seguir ahondando en un modelo productivo basado en ofrecer a los turistas el rico patrimonio histórico-artístico, las tradiciones, el impresionante entorno natural de sus cinco provincias, la oferta gastronómica y el calor de sus gentes. La autocomplacencia sería en estos momentos el peor enemigo para un despegue programado y que debe continuar en los próximos años para mejorar las estadísticas que hoy analizamos.

El problema de la región es que llegó tarde al reparto de la tarta. A pesar de los progresos realizados, deben existir herramientas que canalicen los esfuerzos encaminados a hacer del turismo rural una industria con cimientos fuertes. En este sentido, la aprobación del Plan Estratégico de Turismo es una prueba de la apuesta decidida que la sociedad castellanomanchega (el documento ha obtenido un respaldo unánime de las fuerzas políticas, económicas y sociales de la comunidad), quiere hacer por un modo productivo que puede colocar a la región en el mapa de los principales destinos de interior.

Toca convencer de las bondades que ofrecemos. Hay otro tipo de turismo: sostenible, concienciado, cultural... Un turismo, que además, crea riqueza. ¿Quién da más?

No hay comentarios: