miércoles, 4 de agosto de 2010

LAS INCERTIDUMBRES DEL MERCADO LABORAL


E
l verano, por fin, parece que se está comportando como debe, y no como el de 2009 que sólo nos trajo lúgubres cifras a las atestadas estadísticas negativas del desempleo. Julio se ha mostrado como un mes en el que el descenso del paro y el alza en la ocupación son las constantes habituales. Pasa de largo la pesadilla de un año 2009 que fue una tortura para el demacrado mercado laboral nacional. Sus nocivos efectos han cristalizado en una serie de iniciativas legales propuestas por el Gobierno de Zapatero para intentar poner una venda en una hemorragia que no cesaba de manar. Entre esas medidas está una reforma laboral polémica, tardía y que apenas gusta a unos pocos -a los palmeros del presidente, claro está-, y que ha propiciado la convocatoria de una huelga general en las postrimerías de la legislatura.

Pero centrándonos en la alegría de julio, el paro baja. La lógica manda y nos dice que el estío es propicio para la generación de puestos de empleo que en su mayoría, son eventuales. El sector servicios tira del carro mostrando una solución que algunos creen que es pan para hoy y hambre para mañana y otros ven en ella un prólogo a la tan ansiada recuperación.

Cierto es que la hostelería maquilla mucho las estadísticas del verano, pero si rascamos en la superficie vemos que en otros sectores que precisamente no han salido beneficiados de la crisis y que no son alcistas en los meses de verano, se ha producido un repunte en las contrataciones. El caso de Castilla-La Mancha es paradigmático puesto que en todos los sectores productivos ha descendido el paro. Confiemos pues, que este sea el camino a seguir y que el atisbo de recuperación en la contratación se convierta en un hecho consolidado una vez que pase el verano. El aumento de las afiliaciones a la Seguridad Social es otra buena noticia. ¿Podrán crecer al fin esos brotes verdes que asomaron hace ya tiempo?

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