lunes, 9 de agosto de 2010

DEMOCRACIA INTERNA, VERSIÓN ZAPATERO


Z
apatero ha dado la orden y Tomás Gómez ha tenido que tragar sapos. Aunque se monte el paripé de las primarias dentro del Partido Socialista de Madrid, todos saben que Trinidad Jiménez será la que vele armas contra Esperanza Aguirre en la batalla por la Comunidad de Madrid. Gómez lo tiene crudo porque el jefe quiere a una persona con más tirón, y él, que se ha comido tres años de refriega en la sombra, puede quedarse compuesto y sin designación. Así es la democracia interna de los partidos. Decimos bien, de los partidos, de todos, porque aunque los progresistas tengan el invento de las elecciones primarias, al fin y al cabo, cuenta (y mucho) los deseos del líder de turno. De la derecha, por supuesto, no hablamos puesto que ahí, la dedocracia es la moneda de uso común, ¿verdad señor Rajoy?

Tomás Gómez ha sabido batirse el cobre en estos tres años que ha estado al frente de la federación socialista madrileña. Ha aguantado el tirón mediático de la lideresa a pesar de estar fuera del parlamento regional. Le ha sabido plantar cara con una oposición serena y combativa, aunque ha tenido un gran problema: apenas nadie le conocía, y tampoco ha sabido canalizar su papel de líder de los socialistas madrileños para impulsarse como candidato claro.

Casi sin comerlo ni beberlo, Trinidad Jiménez será, con toda seguridad, la que pelee por la presidencia regional, porque así lo quiere Zapatero (ya se sabe lo que tienen los regímenes personalistas), y porque la lógica política tira más hacia la ministra porque es más conocida, porque tiene más carisma, porque la gente la aprecia y porque ya sabe qué es partirse la cara por intentar quitarle a la derecha una de sus plazas más importantes (compitió con Gallardón en el 2003 por la Alcaldía de Madrid).

Los militantes tienen ahora la palabra. Si sale Jiménez, miel sobre hojuelas para Zapatero y para las aspiraciones de quitarle el poder al PP. Si Gómez sale vencedor (sería una sorpresa), quien tendrá que tragar sapos, culebras y su orgullo, será el presidente.

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