miércoles, 14 de abril de 2010

MAMÁ, QUIERO SER POLÍTICO

S
i Conchita Velasco le contaba ilusionada a su madre que quería ser artista, más de uno debe contemplar seriamente la posibilidad de hacerse político. Si en el mundo del artisteo, siempre sales en los medios de comunicación, con la política también. Si siendo de la farándula siempre serás foco de atención, con la política también. Si te conviertes en cómico puedes convertirte en otras personas y de alguna manera, poder mentir. En política... (desgraciadamente) también.

Algunos servidores de lo público atizan a otros defensores de la res publica para salir airosos de pestilencias que asoman por la puerta. Es lastimoso que algunas instituciones estén siendo enfangadas por algunos representantes políticos en beneficio propio, sólo porque las cosas ahora les vienen mal dadas. En cualquier otro país, el reproche público y el oprobio hubiesen caído sobre estas personas al quebrar un consenso básico en democracia: nuestras instituciones pueden ser objeto de crítica, pero nunca de un ataque sin precedentes como el que en los últimos tiempos están sufriendo los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Triste. Muy triste que un partido con aspiraciones de ser alternativa, de ser Gobierno se dedique a echar mierda sobre agentes de Policía diciendo que “están manipulando informes”, riéndole la gracia a un destemplado Álvarez Cascos que ha saltado tarde (hasta ahora no había dicho ni mu) y mal (¿quién es el enemigo? ¿quién roba o quién persigue al ladrón?). Quien ratifica a Cascos es ni más ni menos que la señora De Cospedal, esa que da un pasito para delante (cuando quiere convertirse en mujer “de Estado”) y dos para atrás (cuando mete la gamba hasta el corvejón en asuntos como éste, o en la defensa que tiene que hacer y no hace de sus paisanos castellanomanchegos). La tibieza pierde a una secretaria general de los populares que busca tapar los silencios de un Rajoy que se ha convertido en el Houdini de la política española.

Otro caso para la vergüenza democrática es lo de Mayor Oreja. Calificarlo de salida de tono se queda corto. Este señor dice que el Gobierno sigue dialogando con ETA y los del PNV pierden las cabras y apoyan al otrora enemigo. Ver para creer. El daño político por encima de todo, incluso pisoteando el dolor de las víctimas. No se dan cuenta estos servidores de lo público el daño que hacen al juego democrático y el aliento que dan a los tramperos de tiro en la nuca y coche bomba. En una partida en la que todos debemos hacer piña, vienen estos heraldos de la maledicencia a echarle una mano a los que están al otro lado. Pero tranquilos, no pasa nada. Así es esta España. Cuando el PP gane las elecciones, las aguas volverán a su cauce y nadie hablará de estos asuntillos. Mamá, prefiero ser artista.

Nos lo tomaremos con humor...

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