jueves, 29 de abril de 2010

LA MODELO, EL PERIODISTA, LA PRINCESA Y LA MINISTRA

D
eberíamos sustituir los pedestales donde antes se erguía Franco por bellas estatuas de Belén Esteban (con su nueva nariz). Así elevaríamos a los altares de la plebe a aquella que hemos dado en llamar la princesa del pueblo. Digno honor para la persona que más ríos de tinta hace correr en este país... y en otros. Sí amigos. En la France, el país de la grandeur, del ombliguismo más ombliguista, han echado una mirada al vecino del sur y se han encontrado con aquella que al parecer, define a todo un país: la reina de San Blas, la princesa del pueblo, la Esteban. Si ellos tienen a BB (Brigitte Bardot), nosotros tenemos a BE. Toma.



La Esteban convertida en objeto de análisis. Pero, ¿cómo no se nos había ocurrido a nosotros? Mejor, ¿cómo no se le ha ocurrido a Telecinco? Podrían haber llenado los huecos que quedaban en su parrilla con más BE, y así cerrar un círculo interesantísimo mediante el cual hemos comprobado como una famosa se ha convertido en hiperfamosa por contar qué hacen otros famosos (amén de narrar sus penurias diarias entre el pollo de Andreíta y los divorcios y reconciliaciones exprés con su maromo). Todo eso se traduce en audiencias millonarias, y eso es lo que llama la atención a nuestros amigos del norte, hasta el punto de que un periodista de Le Monde va a estudiar este fenómeno sociológico como antes hizo con otra reina, al parecer más sofisticada, la modelo inglesa Kate Moss, a la que también persigue hasta la saciedad la prensa del corazón.

El periodista galo se ha propuesto desentrañar los misterios del expediente X Esteban. ¿Por qué una poligonera que se hizo famosa por quedarse embarazada de un torero levanta tantas pasiones, e incluso admiración, entre los españoles? ¿Por qué a pesar de criticar su zafiedad sentimos interés por lo que dice o hace? ¿Por qué su portal de San Blas se ha convertido en el más famoso de España? ¿Por qué Andreíta no se quería comer el pollo? ¿Por qué a su madre le han dejado la nariz ladeada después de la cirugía estética? ¿Es una nueva treta de la Esteban para que sigamos echando más leña al fuego?

Nos hemos convertido en un país dividido. Ya no nos importan los bandos de Telebasura sí/Telebasura no. Ahora somos belenistas o antibelenistas. Hay colectivos que la defienden con uñas y dientes y existen Espacios libres de Belén Esteban en el mar de internet. Como ven, este Reino de Taifa ha llamado esta semana a la puerta de la reina de las plebeyas para encontrar la inspiración, aunque a mi, a diferencia de la ministra González Sinde, la Esteban no me cause simpatía, ni odio, ni nada... Belén Esteban está ahí fuera. Es un expediente X más y nunca sabremos qué se esconde detrás de ella. Algún día desaparecerá y ya está.

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