miércoles, 16 de septiembre de 2009

DONDE DIJE BOTELLÓN DIGO ACUMULACIÓN


A
unque la alcaldesa quiera disimular con eufemismos lo que es un simple botellón, no se puede distraer la atención de la problemática ciudadana de este fenómeno. Ahora que en Albacete se ha impuesto en el debate político (y ciudadano), este asunto al que se le buscan soluciones sin que hayan reparado en las causas que llevan a los jóvenes a beber de forma desordenada durante los fines de semana, es momento de que los políticos se ganen el sueldo y empiecen a hacer bueno aquello de “servidores de la cosa pública”.

Lo del sábado pasado en la Plaza de Toros fue un botellón, aunque la alcaldesa no aludiera claramente a la bicha. Pero, alegrándonos que el acto alcohólico-festivo, no comportara problema alguno (salvo para aquellos que acabaron con comas etílicos), los grupos con representación deben asumir su responsabilidad pública y sentarse a una mesa con jóvenes, colectivos vecinales, Fuerzas de Seguridad y administraciones superiores para analizar este fenómeno y empezar a surtir de posibles soluciones que podrían empezar a aplicarse a modo de experiencias piloto.

Quizás en el asunto del botellón pecamos (todos) de ceguera. Nos quedamos en la superficie, en que existen verdaderos problemas de órden público y de falta de higiene donde los jóvenes se concentran, pero hay que rascar para encontrar otros asuntos a solucionar. A menudo hablamos del botellón como algo a eliminar sin importarnos qué pasa con el derecho al ocio de los jóvenes. Uno de los grandes fallos de las administraciones públicas es negar la voz al colectivo juvenil que, suponemos, algo tendrá que decir al respecto por ser los principales implicados.

Cintura política, señores. Cintura política y paciencia para analizar en profundidad el fenómeno del botellón. Pensemos en el bien de la sociedad en su conjunto y en que nadie puede salir perjudicado de esta acumulación de personas en un lugar determinado para hacer libaciones etílicas... vulgo botellón.

No hay comentarios: