lunes, 13 de abril de 2009

EL FUTURO MOTOR DE LA ECONOMÍA


E
n repetidas ocasiones hemos cantado desde esta misma tribuna las excelencias que la provincia de Albacete ofrece tanto al lugareño como al forastero. El turismo rural es, indudablemente, una de las bazas con la que se cuenta para mitigar los efectos de esta crisis de la que ya ni siquiera nos acordamos de cuándo y cómo empezó.
El escaparate que ofreció Fitur a finales del mes de enero fue inmejorable. Allí se presentó una ruta que tomando como pretexto la película de José Luis Cuerda, Amanece que no es poco, trataba de acercar al “gran público”, lugares desconocidos incluso para albaceteños del resto de la provincia, no digamos ya para el que viene de fuera.

Pero a falta de atractivos más “mundanos” como el sol o la playa, creemos que la fuerza del turismo en la provincia está en su patrimonio natural, en sus tradiciones, en su historia. Ahí es donde se debe incidir, aunque el camino ya se está recorriendo y hoy reconocemos en el turismo rural, una buena piedra de toque para hacer de esta industria una de las punteras en Albacete.

Faltan por mejorar muchos aspectos. Uno de ellos es fundamental para el desarrollo turístico. No hay “avalancha” de visitantes si no hay buenas comunicaciones y siendo sinceros, a la provincia le hace falta una mejora sensible en sus infraestructuras. Aunque la conexión ferrea con el corredor Madrid-Levante es óptima, queda mucho trabajo por hacer en las vías terrestres que nos conectan con Andalucía. A buen seguro, la sierra del Segura agradecería un aporte importante de visitantes de las provincias más cercanas de la vecina comunidad.

Vistas las carencias, el turismo en la provincia sigue pasos firmes y seguros. La calidad en el servicio es una de las banderas que se enarbolan para pensar en un futuro prometedor. Si entre todos conseguimos mejorar los defectos que aún se detectan, Albacete y su provincia pueden encontrarse con una gallina que puede poner valiosos huevos de oro.

No hay comentarios: