domingo, 26 de abril de 2009

CODO CON CODO





S
e acerca el 1 de mayo, día del Trabajo, festividad que se presume calentita habida cuenta del marasmo económico en el que estamos sumergidos. Ante las dificultades que vivimos (indicadores negativos, crecimiento bajo cero, cifras de paro por las nubes y subiendo), los sindicatos alertan en estos días del peligro de la desunión entre las fuerzas sociales.

Con un precavido planteamiento, las centrales obreras de este país llaman a la unión de esfuerzos para sortear los efectos de la recesión, ahora que ésta parece que incide con más virulencia sobre la ciudadanía. Es de alabar esta llamada a la cordura, a la sensatez y al trabajo conjunto puesto que el poner palos en la rueda sólo servirá para reavivar los males que penamos en estos momentos. Toque de atención por tanto, el que recibe la oposición que de boquilla llama a la coordinación de esfuerzos y por detrás tira la piedra contra el tejado del Gobierno buscando réditos políticos e inmediatos efectos electorales.

Está claro que Zapatero y su equipo económico pecaron de inocencia a la hora de prever la incidencia de esta feroz crisis, pero no menos cierto es que el Partido Popular no ha presentado soluciones. Estas son las que los sindicatos quieren ver sobre la mesa para poder trabajar en una senda común que nos lleve a mitigar los latigazos que nos llevamos con cada mal dato que se nos ofrece.

Tampoco vale apuntarse a la vía fácil. Bajo el eufemismo de la flexibilidad laboral se esconde otra tragedia: el despido libre y la indefensión de los trabajadores ante un sistema que no les ofrece alternativas. No es la panacea por tanto, la que quiere probar una patronal que se empeña en darle la razón a un José María Aznar que sin atisbo de clemencia para con la clase trabajadora, se apuntó a la reforma laboral.
Ante los derrotistas, la próxima jornada del 1 de mayo, debe ser una inmensa reclamación de la preservación de los derechos de todos los trabajadores.

3 comentarios:

Alfonso Piñeiro dijo...

Dicho por Pascual Serrano la semana pasada en esta misma city: el despido es siempre libre. Otra cosa es que se pague a 45, 33, 20 u 8 días por año trabajado. Pero como tal, siempre es libre. Lo que no cala en el "libre mercado" es que si un juez dictamina que es improcedente es que "no procede", no que proceda a cambio de una cantidad. Aunque mejor no me prodigo en ese sentido, nunca se sabe.

Miguel A. dijo...

Vamos a tener que utilizar el otro eufemismo... flexibilizar el mercado del trabajo. Vaya mierda para decir que muchos están en la puta calle, aunque bueno, ahí creo que tú tendrías mucho que decir.
Por cierto, a ver si esta semana te llamo pa una birrita o pa un cafetito.

Alfonso Piñeiro dijo...

ça va!!