viernes, 2 de enero de 2009

¿QUÉ HAN HECHO PARA MERECER ESTO?


A
lgo falla, todos parecen saber el qué, pero todos desconocen la manera de pararlo. Echamos mano de la fría estadística, esa en la que los muertos son una mera cifra que no nos aterra pero que nos debe alertar del drama que se vive en los andamios de nuestro país. Con casi medio millón de parados más en el sector de la construcción, el número de fallecidos en el tajo, es casi idéntico a la de hace doce meses. Es para pararse y pensar detenidamente qué está fallando.

Como si de una moda se tratase, se impuso lo de la seguridad laboral. Algo inaudito en países de nuestro entorno (por no irnos ya a los países escandinavos), lo de ponerse un arnés al cincho para evitar males mayores parecía más una molestia o una manía del Gobierno de turno, que una necesidad, que es lo que es en la práctica. Pero en esto también tendremos que ir por detrás por lo que se ve.

Las soluciones están ahí, al alcance de la mano. Mayor formación, mayor implicación de trabajadores, empresarios, sindicatos y administraciones para llevar a cabo una real erradicación de los accidentes laborales, o por lo menos para que disminuya la aterradora cifra de fallecidos en el trabajo.

Pero si hacemos caso a lo que dicen los sindicatos, hay algunos que se “escaquean” de su responsabilidad. Cada vez que hay alguna desgracia en una obra, las miradas se dirigen al empresario de turno por no proveer de mecanismos a sus empleados, pero hay que ir más lejos y no quedarse en una visión reduccionista del problema. No es cuestión de buscar culpables y en esto yerran los sindicatos. Algo de nuestra educación también tiene parte de responabilidad en el desaguisado, pero estamos a tiempo para evitar más disgustos y volviendo a lo formativo, apostemos por una concienciación real de los trabajadores. Por ellos empieza la tarea de poner coto a las muertes en el trabajo. Los periodistas agradeceríamos no tener que contar más fallecimientos.

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