miércoles, 7 de enero de 2009

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C
orren malos tiempos para la defensa de las ideas. La cultura de lo pragmático ha ganado la partida al platónico mundo de las ideas. Mal lo tienen por tanto, aquellos adalides que luchaban por los trabajadores. El siglo XXI les sienta mal y llega la hora de la reconversión. Es más, hace tiempo que deberían haberse reconvertido y dejar aparcadas las declaraciones primeromayeras grandilocuentes y poner pie a tierra para afrontar los retos presentes y futuros que afectan al mundo de lo laboral.

En época de cambio de protagonistas de la izquierda tradicionalmente más apegada a la defensa de los trabajadores, es necesario dar un toque de atención a los sindicatos, actores fundamentales de la consecución de las libertades civiles en ese invento llamado Transición, pero que perdieron, en el trascurso de los años, el tren de la modernidad anclándose en una defensa cuasi decimonónica de los trabajadores.

Es de desear que la savia nueva que entra en las principales centrales sindicales del país aporten aire fresco a las ideas. Ahora que están de moda esos think tank que luego algunos dicen aplicar (afortunadamente, Aznar no podrá aplicar las “verdades” de su particular contenedor de ideas, la Fundación FAES, sobre cambio climático), los sindicatos deben plantearse por dónde tirar. Ahora más que nunca que corren malos tiempos para nuestros bolsillos. La desprotección de muchos ciudadanos en paro ante prácticas políticas que rayan lo neocon, debe ser punto de partida de la nueva acción sindical. No valen eslogans sesenteros. No vale el pancartismo de primero de mayo. Sobra palabrería y falta más determinación a la hora de convertirse en agentes sociales con capacidad para cambiar las cosas.

Ante la crisis de las ideas, los sindicatos tienen que acudir a apuntarse al pragmatismo para conseguir renovar su mensaje. Hoy más que nunca, la sociedad necesita de defensores de lo social porque el Estado del Bienestar no llega a todos.

4 comentarios:

Jesús Aragón dijo...

algunos como tú tienen la valentía que nos falta a la mayoría para emprender una nueva vida, huir hacia un destino profesional mejor, y cambiar la comodidad y la seguridad de lo conocido por la incertidumbre de lo que está por llegar...

muchos ánimos amigo. aunque ya veo que no te hacen falta..

Miguel A. dijo...

Gracias por esos ánimos. Siempre vienen bien...

m_mori dijo...

En efecto, qué difícil es reciclarse...

Y cuando se suponían que las ideas habían muerto, y cuando Fukuyama era elevado a los altares, una pequeña grieta en el sistema, un ataque de histeria colectiva que haga saltar la chispa, y de repente El Capital de Marx triplica sus ventas en Gran Bretaña y Alemania y multiplica ediciones en todo el mundo. Y es que no hay como volver a los orígenes para saber quiénes somos.

¿Y dónde está la Policía del Pensamiento? ¿Y cuántos años hace que acabó 1984? ¿Y Lenin está bajo el mausoleo de la Plaza Roja o dirigiendo el Politburó? На робеду таварищи...

Miguel A. dijo...

Yo ya decía que Groucho (era hermano de Karl, ¿no?), era bueno en cuestiones económicas. ¿Qué quiere decir lo del final, tovarich?