viernes, 12 de diciembre de 2008

Y A PESAR DE TODO... LLEGA LA NAVIDAD


O
jo avizor a la crisis, con una mano en el bolsillo (vacío) y la otra puesta en la boca tratando de no vomitar por los obscenos beneficios de una banca que se las da de pedigüeña deambulando ante las sedes de los Gobiernos europeos. El IPC dando tumbos y los pensionistas intentando sacar algunos cuartos más a principios de año. De aumentos espectaculares de sueldos, ya ni hablamos. En estas estábamos cuando el Gobierno nos anuncia para terror propio que la luz va a volver a subir, porque parece que las eléctricas no tienen suficiente con los dos incrementos que hemos tenido en el recibo este año (recordamos, enero y junio). Será una “subida moderada”, pero subida al fin y al cabo que es lo que fastidia a las economías familiares.

Menos mal que Zapatero se ha travestido de Rey Mago en pleno mes de diciembre y va a soltar, a costa de hacer crecer la deuda por encima de ese tres por ciento que no conviene traspasar, 8.000 millones de euros sobre las maltrechas haciendas locales. Debe ser la primera vez en democracia que el Gobierno central es tan dadivoso con los ayuntamientos de este país que sufren una crónica hipertrofia en sus cuentas. Por eso es de aplaudir la iniciativa de Zapatero, aunque hay que alertar que estas medidas no pueden ser un punto final y sí seguido si no queremos que esto sea pan para hoy y la inanición de mañana. Los consistorios de todo el país lo lamentarán si eso se produce finalmente y no hay continuación plausible de estas medidas iniciales consideradas migajas por el Partido Popular (que por cierto, bien que se van aprovechar de etos fondos).

Problemas, problemas, problemas, que diría el bueno y dubitativo de Hamlet, pero no se amohine, querido lector porque el alumbrado extraordinario en nuestras calles ya se ha encendido y como nos recuerdan unos grandes almacenes todos los años por estas fechas, ya estamos en Navidad. El que no se consuela es porque no quiere...

2 comentarios:

m_mori dijo...

Círculo vicioso, ¿no? Dime si me equivoco: los Ayuntamientos se gastan una pasta en luces de colores, la mayoría bastante feas, que terminan pagando con el dinero que les pasa el Gobierno que, por si acaso, sube el precio de la luz.

Y lo peor es que las luces todavía se aguantan, pero cuando ya te llenan las calles de villancicos horribles entonces la población no tiene más que tender irremediablemente al suicidio colectivo en forma de gastos incontrolados.

Se me ocurre:
1.- Que los villancicos contienen mensajes subliminales que nos incitan a consumir.
2.- Que las navidades blancas y todo el rollo que las acompaña tienen un toque "Disney" que me asusta.
3.- Que por estas fechas, irremediablemente, vuelvo a recordar cada año la canción "Feliz falsedad" de Soziedad Alcohólica.
4.- Que ojalá este año me visiten los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras, porque les despediré de mi habitación a patadas y al grito de "¡Paparruchas!".
5.- Que si celebramos la navidad a oscuras ahorramos luz, y nada de encender el árbol, ¿eh?

Feliz Navidad a todos

Miguel A. dijo...

Querido m_mori:
¿No tiene usted la sensación de que todo esto es una inmensa tomadura de pelo en la que nosotros, pobres guiñoles, estamos a merced de lo que nos ofrezcan, vendan, publiciten, impongan...?

Mi cuenta bancaria y mi bolsillo han optado a estas alturas de mes por abrirse las venas en canal...

1.- En realidad, los villancicos son mensajes satánicos...
2.- Disney está congelado...
3.- Siendo más tradicional me quedo con "El tamborilero" de Raphael (Eeeel caminoooo que lleva a Beléeeeeeen).
4.- No se amohine. Los espectros le visitarán y podrá usted departir con ellos de lo divino y lo fantasmal...
5.- A oscuras hago yo otras cosas...

Prefiero felicitarle en persona...