martes, 16 de diciembre de 2008

¿CUÁNTO VALEN LOS DERECHOS HUMANOS?


P
ara alguno como para el amigo Bush nada, que para eso tiene abierto Guantánamo, ese gran parque temático de la tortura y la hijoputez. Pero, aunque no soy amigo de celebrar el "Día Internacional de...", sí que voy a aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid, para recordar que esta semana se han cumplido 60 años de la publicación de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, documento deudor de otros como la ilustrada Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano o el Bill of Rights del siglo XVII. Y aunque estos días de ¿celebración? no sirven de gran cosa (bueno sí, para que el político de turno se haga la foto de la bienintencionalidad y la bonhomía), por lo menos puede ser útil para recordarnos que hay algo ahí que nos lanza piedras contra nuestra corrupta moral occidental que no se da cuenta del desaguisado que hemos montado a lo largo de los siglos.

Este fin de semana he visto en el cine un remake del clásico de ciencia ficción de serie B de los 50, Ultimátum a la Tierra, una patochada encubierta de peli de catástrofes que se queda en una nadería a pesar de la siempre estimulante presencia de Jennifer Connelly. Pero el film deja un mensaje sobre la superficie y sobre el que no ahonda: el respeto al medio natural, a lo que tenemos y podemos dejar en herencia a nuestros descendientes. Esta semana, el concejal de Medio Ambiente, Ramón Sotos, hacía referencia a que ese respeto al entorno era otro derecho humano. Me pareció bien que Sotos lo remarcara, pero no pude evitar pensar que con lo que nos queda por hacer en aspectos tan simples como el respeto a la vida, no sé si tendremos cuerpo para "luchar" a la hora de reivindicar este "nuevo" derecho, aunque a mi sí me tienes convencido para la causa, Ramón...

Me disperso. Está claro que la lucha por los derechos humanos (primero de los hombres, luego el de las mujeres gracias a la labor de Olympia de Gouges), no es nueva. La llevamos sobre nuestras espaldas desde hace siglos, desde que hay conciencia de opresión, de sometimiento, de dictaduras de las personas sobre sus semejantes. Y si no, ¿qué reivindicaba el bueno de Espartaco cuando se levantó contra todo un imperio?¿Por qué los siervos de la gleba protagonizaban de cuando en cuando revueltas contra los señores feudales?¿Qué es si no las rebeliones de indígenas contra el poder establecido español en sus colonias?¿Qué fueron las guerras de Indochina primero contra el poder francés y luego contra el yankee?

Esto es una carrera que comenzó hace mucho y en la que la Declaración Universal de Derechos Humanos es sólo un ítem más en este camino que continúa porque la maldad intrínseca del ser humano, su inquina hacia el semejante, su depravación moral, su vileza, aún sigue siendo moneda de uso común entre aquellos que manejan los hilos.

5 comentarios:

Unknown dijo...

buen blog,+5 puntos para ti para que te vean.cada vez que me pase te votaré.Animo.

tequipui dijo...

La Declaración Universal de los Derechos del Hombre, está visto que tiene el valor del papel en el que se imprime y con el que muchos se limpian el mismísimo.
Respecto a lo del “Día del…”, creo que si hacemos una lista con todos los “días de”, salen más de 365, y eso que faltan muchos.
(Le esperamos por aquí, Sr. de Taifa)

Miguel A. dijo...

Daniel... Gracias por los halagos hacia el blog. Siempre sientan bien y te animan a continuar en la trinchera. No sé donde me has votado, pero bienvenidos sean esos votos.
Tequipui... Como siempre intentamos hacer, la denuncia tiene que estar a la orden del día y más en esa cosa que algunos se la pasan por el arco del triunfo, como son los derechos humanos. Creo además, que deberíamos hacer el Día Internacional de los Días Internacionales... A ver si queda hueco. Espero ansioso tomarme una copita de fino a su salud en pocos días.

Jesús Aragón dijo...

Lastima del zapatazo a Bush... como diría el gran Manu, es para darle con una babucha empapada en mierda en toa la boca....


un abrazo chiclanero

Miguel A. dijo...

Ahí te quiero ver, coleguilla,... participando de la blogosfera... y sí, lástima que el compañero iraquí falló...