lunes, 2 de noviembre de 2015

La necesidad y la virtud



Empecemos por la conclusión: es necesaria la existencia de la Orquesta Joven Ciudad de Chiclana dirigida por Jesús Rivera. Porque para este pueblo es un lujo tener un grupo de chavales con una calidad y una técnica a la hora de interpretar inusitada, porque lo hacen con una tremenda escasez de medios que suplen con ganas y con amor por la música y porque en estos días tenebrosos que vivimos, la música puede ser uno de los pocos placeres evasivos a los que agarrarnos.

Así lo pueden atestiguar los más de 300 asistentes al primer concierto de la OJCC en nuestra localidad (tiene delito que hayamos tenido que esperar hasta 2015 para ver su primer concierto en el Moderno, toda vez que ya han actuado en un coliseo como el Teatro Falla). Repito: es un lujo para Chiclana... Y probablemente, no nos merezcamos tener a esta orquesta levantada a fuerza de tesón, trabajo constante y de auténtica pasión, que a todo esto suma, calidad.

Con un programa acertado en el contenido y llevado a la práctica bajo la presta batuta de Jesús Rivera, los chicos de la OJCC se crecieron por momentos, sintiéndose cada vez más a gusto con un repertorio que gustó y mucho al respetable. Y eso que comenzaron fuerte, de forma esplendorosa con una de las piezas más bellas y delicadas de la banda sonora que Ennio Morricone compuso para la película La misión. Gabriel's oboe, con Rivera precisamente ejecutando ese instrumento fue un hermoso preludio de un recital mágico que tuvo continuación con una enérgica y sinuosa interpretación de la Sinfonía 10 en Si menor de Mendelssohn y una gozosa Serenata de Schubert. La compleja partitura que Mascagni pergeñó para el intermezzo de la Cavalleria Rusticana sonó con robustez en el Moderno que luego disfrutó con Bach y su Suite para orquesta nº3.

Como la cosa iba de homenajear a los damnificados por la riada del 65, el trío carnavalesco Los bellos de punta cantaron el pasodoble El niño de la pala de la comparsa Gondoleros de Venecia, fielmente acompañados por la OJCC, que luego continuó con obras de Albéniz -con Granada-, Grieg (deliciosa la Muerte de Asse de Peer Gynt) y finalizar con el Over the rainbow que popularizara Judy Garland en El mago de Oz y las notas bellísimas y melancólicas que Nicola Piovani compuso para el filme La vida es bella. Como bis, de nuevo el pasodoble carnavalesco que escribió Federico Rodríguez en homenaje a las víctimas de la riada de Chiclana y aplausos... Aplausos que dictaminan lo que pronto debe ser una realidad. Chiclana necesita a la Orquesta Joven Ciudad de Chiclana y ellos deben recibir el apoyo institucional que se merecen... Al menos teniendo una fecha al año reservada para actuar en el Teatro Moderno. Qué menos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Que no son gigantes, Sancho, que son molinos"

Miguel A. dijo...

Quizá sea necesario acometerlos con un poquito de locura... Quién sabe.